Ya estamos de vuelta. Después de un duro día en Granada, cumpliendo con mis obligaciones laborales, y otras lúdicas, por fin estoy en casa. No os lo vais a creer, pero ya tenía ganas de llegar a Huelva; como en casa en ningún sitio. Además, han sido muchas horas de viaje, casi sin parar y eso quema mucho, hasta para los jóvenes que nos acompañaron. Uno de los objetivos de ir a Granada, era cumplir con una tradición que llevamos haciendo en Arrabales desde que comenzamos y que, a pesar del esfuerzo, no queremos dejar de realizar; se trata de llevar a los chicos a ver la nieve y disfrutar dentro de nuestras posibilidades. Para un grupo de chavales, un plástico siempre es un buen recurso para posar las posaderas y lanzarse por un barranco lleno de nieve. Cuando las necesidades aprietan, se agudiza el ingenio y nos sale el Mc Giver que todos llevamos dentro. A pesar de las magulladuras, a merecido la pena. Había chicos que nunca habían podido disfrutar de este fenómeno natural. ¡Joder! uno se plantea muchas cosas cuando observa las caras de sorpresa y de felicidad que algunos niños y otros ya abuelos, mostraban durante todo el viaje. A MERECIDO LA PENA, aunque estoy muerto del "to". Se que no pega nada que cuente este rollo aquí, pero me apetecía compartirlo con vosotros
