Cajasol colabora con la Asociación Arrabales

El jefe de la Obra Social y Relaciones Institucionales de Cajasol, Ignacio Caraballo, y el director de la Asociación Arrabales, Federico Pérez, han firmado hoy un convenio de colaboración para el desarrollo del programa ‘Inserción Sociolaboral de Mujeres Toxicómanas’.
A través de este convenio, la Obra Social de Cajasol subvenciona con 17.000 euros este programa planificado con acciones específicas para las mujeres con problemas de drogodependencias que acuden al Centro de Día y a la Vivienda de Apoyo al Tratamiento de Arrabales, la única de carácter mixto que existe en Huelva.
La experiencia de la Asociación Arrabales indica que la reinserción social y laboral de mujeres con problemas de adicciones es mucho más difícil, porque socialmente está peor visto y su estigmatización es mayor, de ahí que Cajasol se implique en este proyecto que puede ayudar a muchas mujeres a recuperar sus vidas.
Tras la firma, Ignacio Caraballo ha destacado que “la Obra Social de Cajasol debía seguir contribuyendo a la labor de la Asociación Arrabales, en este caso concreto con un proyecto pionero que centra su atención a las mujeres, que en esta situación se ven obligadas a afrontar mayores dificultades”.
Por su parte, Federico Pérez ha agradecido a la Obra Social de Cajasol la financiación de este proyecto que se prolongará durante todo el año y que permitirá ampliar las plazas para mujeres en nuestra vivienda, además de poner en marcha acciones específicas de reinserción”.
En este sentido, el director de Arrabales ha subrayado que se desarrollarán “acciones para fomentar las relaciones familiares y para potenciar las amistades, al tiempo que se pondrán en marcha itinerarios para mejorar las posibilidades de inserción laboral y, en definitiva, para empezar una nueva vida, un reto para el que es vital la colaboración de Cajasol”.
Durante el acto, Pilar Valverde, una de las mujeres que ha acudido a la Asociación Arrabales, ha explicado su experiencia ya ha señalado que cuando llegó “estaba totalmente derrotada, sin ganas de vivir, pero aquí empecé a reconocerme, a recuperar valores, a ver la luz, y todo gracias a la labor de los técnicos y voluntarios que trabajan cada día para que salgamos de este problema, de ahí que toda la ayuda que reciba la asociación es fundamental”.
Finalmente, otra de las mujeres atendidas en Arrabales, Conchi Vázquez reconoció que llegó obligada por su familia, pero “aquí aprendí que mi problema no estaba fuera, que era una cuestión de actitud y que ya no estoy sola para recuperar mi vida”.

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